¡Arriba siervo de Dios!, ¡Arriba sierva del Dios Altísimo!
“Todo lo que hagan, háganlo de buena gana, como si estuvieran sirviendo al Señor Jesucristo y no a la gente. Porque ya saben que Dios les dará en recompensa parte de la herencia que ha prometido a su pueblo. Recuerden que sirven a Cristo, que es su verdadero dueño”.
Colosenses 3: 23, 24
Es hermoso servirle al Señor, es lindo sentirse útil en su obra y más aun disponer toda nuestra vida a su servicio. Si realmente amas a Dios, también sentirás el deseo de mostrar ese agradecimiento a través del servicio a Él.
Una de las cosas que no he dejado de hacer desde que le entregue mi vida al Señor es servirle. Durante más de una década le he servido en diferentes áreas, siempre he tenido algo por medio del cual demostrarle el agradecimiento que siento por haberme rescatado y haberme dado una vida nueva.
Pero también me he enfrentado a momentos durante mi servicio que no he recibido el apoyo que a lo mejor esperaba. Episodios en donde me ha tocado hacer las cosas solo y en donde lo único que me ha mantenido es el amor que siento por el Señor.
A lo mejor tu estas experimentando un momento como esos, quizá miras a tu alrededor y no hay nadie que quiera hacer eso, no hay nadie que quiera servir en esa área o simplemente te han dejado solo.
Quizá tú quisieras que los demás fueran como tú, que demostraran su amor, su compromiso, su dedicación para las cosas del Señor, pero lejos de obtener una respuesta positiva o muestras de eso, has visto lo contrario.
¡No te sientas mal!, eso siempre ha pasado, el Apóstol Pablo lo vivió en carne propia cuando en varias ocasiones lo dejaron solo haciendo la obra del Señor, pero eso jamás lo detuvo para llevar a cabo su misión.
Dios te llamo a ti y su llamado hacia tu vida fue personal, si los demás no quiere hacer aquello, ¡Pues ve y hazlo tú!, si los demás no demuestras compromiso, ¡Pues ve y demuéstralo tú!, si los demás te dejan solo, ¡Pues síguelo haciendo tú!
Dios estará feliz de ver que nada te detiene, estará contento de saber que tiene un hijo o una hija entregada y comprometida a llevar a cabo esa gran comisión.
En el camino te enfrentaras con dudas, con comentarios destructivos, con críticas y hasta burlas, pero es parte de proceso del verdadero siervo, pero los que amamos a Dios y queremos llevar a cabo la misión que nos encomendó no nos detenemos por nada, pese a los obstáculos que en el servicio y en la vida se nos presenten, seguiremos derecho hasta cumplir el objetivo.
¡Arriba siervo de Dios!, ¡Arriba sierva del Dios Altísimo!, ¡Animo!, ¡Levántate!, ¡Sigue haciendo lo que Dios te ha encomendado!, aun cuando nadie lo quiera hacer, ¡Tú fuiste llamado y escogido para esa tarea especial!, ¡Adelante, Dios está contigo!
Dios jamás te desamparara, El estará presente siempre para animarte a seguir la misión que El te encomendó, eres especial porque Dios te eligió para llevar a cabo esa tarea en especial, por lo que no la sueltes, no entregues lo que Dios te dio a ti, lucha por eso que tanto anhelabas y ahora lo tienes, ¡Jamás te des por vencido, porque tú no eres de los que retroceden!
¡Dios ve tu corazón y sabe que tú nunca te rindes!
¡Arriba haz lo que Dios te dijo que hicieras!
“Dios es justo, y nunca olvidará lo que ustedes han hecho y siguen haciendo para ayudar a su pueblo elegido. De esa manera, ustedes también demuestran que aman a Dios”.
Hebreos 6:10
Enrique Monterroza
Hermes Sarmiento G
De Colombia
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