Los que vierten sus lágrimas amantes
sobre las penas que no son sus penas;
los que olvidan el son de sus cadenas
para limar las de los otros antes;
Los que van
por el mundo delirantes
repartiendo su amor a
manos llenas,
caen, bajo el peso de
sus obras buenas,
sucios, enfermos,
trágicos,... ¡sobrantes!
¡Ah! ¡Nunca
quieras remediar entuertos!
¡nunca sigas impulsos
compasivos!
¡ten los garfios del
Odio siempre activos
los ojos del juez
siempre despiertos!
¡Y al
echarte en la caja de los muertos,
menosprecia los llantos
de los vivos!
ALMAFUERTE
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