VARICOCELE
El varicocele es la dilatación y elongación de las venas que forman el cordón espermático; encargadas del drenaje de la sangre de los testículos.
Se trata de una lesión que aparece entre los quince y treinta y cinco años, algunas de ellas datan desde la infancia. Afecta aproximadamente el 10-15% de la población general, y al 30% de la población estéril.
Desde el punto de vista terapéutico pueden distinguirse dos variedades:
Varicocele primario o idiopático: Cuando no existe causa evidente, ocasiona escasos síntomas. Se desarrolla en el lado izquierdo en la mayoría de los casos.
Varicocele secundario o sintomático: Se produce por una compresión de las venas espermáticas, que impide el normal flujo de sangre. Generalmente el factor obstructivo es de origen tumoral.
Desde el punto de vista clínico, hay que señalar un hecho importante: la mayor parte de los portadores de un varicocele no tienen manifestación clínica alguna. Muchos de ellos no piden consejo médico, el varicocele acostumbra a ser descubierto casualmente, en el curso de un examen clínico general.
Sin embargo, algunos hombres consultan por una sensación de peso en los testículos, o cierta molestia a nivel de la región inguinal cuando están de pie, cuando se fatigan o cuando realizan un esfuerzo; estos síntomas ceden con el reposo en cama. Las molestias suelen ser discretas y raramente limitan la actividad de esas personas.
Otros enfermos acuden al médico por impotencia o esterilidad, en muchos casos el varicocele se acompaña de alteraciones en la forma y el numero de los espermatozoides. El varicocele es una de las principales causas de esterilidad y la que tiene mejor tratamiento.
En ocasiones produce daño testicular, con retardo en el desarrollo y disminución del tamaño testicular. A la palpación de los testículos se detecta la presencia de las venas dilatadas como "cordones blandos".
Tratamiento.
El varicocele puede beneficiarse, en lo que respecta a los discretos dolores o a la sensación de peso, con pequeños recursos: elevación del escroto (bolsa de piel que recubre y protege a los testículos) o baños de agua fría.
La mayoría de los varicoceles no requieren tratamiento alguno. Algunos solo se tratan con medicamentos que descongestionen el flujo sanguíneo o reguladores de la circulación venosa. La cirugía solo esta indicada en caso de molestias claras, ciertas y suficientemente acusadas. Esta última se basa en la interrupción de la circulación de las venas espermáticas.
Colaboración CL Gonzalo Retamal Moya
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