Cuando llegue ese día en que tenga muchos años , se hayan cerrado las heridas y ya no me hagan ni daño.
Cuando mi vida se esté acabando, me gustaría hacerme una casita en un paraje apartado, y vivir tranquilo esos días de mi amor acompañado.
Ya me la estoy imaginando, hecha con paredes de libros con los versos que he creado, y con un farolillo muy sencillo que alumbre todo el rellano.
En el tejado un gran nido, donde se posen los pájaros y me transmitan con sonidos la paz que andaba buscando.
Una escalera con rimas. De suelo... nada de mármol, hecho de estrofas escritas a lápiz unas, otras a bolígrafo.
Una casa sencilla y pequeña donde sentarme en verano las noches de luna llena y leerte mis poemas entrelazando las manos.
Que yo no quiero riquezas, solo quiero que me quieras y escribirte lo que siento en este rincón apartado. ¡Qué felices que seremos en este rincón tan soñado!.
Soñé con esta casita un día caluroso de verano, sentado en una sillita escribiendo en los ladrillos en los ladrillos, para el tejado.
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