Cierta vez un conductor se desplazaba por una
de las autopistas de los Estados Unidos
a una velocidad excesivamente alta,
cuando de repente, justo después de una curva
aparece un hombre parado e medio de
la vía haciendo señal de parada con
los brazos y de una forma desesperante.
El conductor sorprendido y a la vez asustado,
toca insistentemente la bocina para ver si
así el individuo se quitaba del camino,
pero fue inútil, el hombre seguía haciendo
señal de pare con sus brazos.
-Debe de estar loco -dijo el conductor- mientras
pisaba el freno provocando un fuerte chillido
y dejando dos largas marcas negras en el pavimento, logrando
así detener el auto antes de chocar a aquel hombre.
Muy enojado, se desmonta del automóvil y, estrellando
la puerta se dirige hacia el hombre y le dice:
-¿Acaso no tienes ojos?
¿No ves lo peligrosa que es esta carretera
y te atraviesas en ella como si nada?
¿O acaso eres loco para no ver el peligro que corres?
-No, señor, no estoy loco -le contestó el individuo-
Lo que pasa es que el puente que está en
la próxima curva acaba de desplomarse; y sabía que,
si no hacía algo, usted, en este momento ya estaría muerto.
Tuve que arriesgar mi vida para ver si podía salvar la suya.
Autor desconocido