

Un día el mundo dejó, al fin, de llorar. Cesaron todas las hostilidades. Se evaporaron los sentimientos feos. Ya no hubo lugar , en él…
Para el odio, la perfidia , la maldad la falsa denuncia, la soberbia y avaricia, No más seres falaces ¡ sin bondad!. ¡No a los desalmados!. Aquellos que no saben de piedad, de perdón, amor Y caridad…. No más envida, ni miseria y hambre. No a la zancadilla traicionera, al rencor Y resentimiento…
¡ No, ya no más de todo eso tan feo, denigrante y espantoso halló ya, lugar aquí.. Hasta la enfermedad y la muerte fueron erradicadas por saecula saeculorum …
Y aconteció que… todas las estrellas del cielo, cual si fuesen blancas rosas perfumadas, bajaron hasta la tierra para iluminarla, dar luz a todas las mentes, a todos los corazones, y barrer las tinieblas reinantes.
Supe que no eran estrellas, lo que del Cielo bajaba… sino algo más maravilloso aún, si tal era posible…
Eran… ¡Las lágrimas de Felicidad de Dios! que al fin reconoció y supo que el hombre volvía a " ser ", aquel de ayer... Su añorado y amado, Príncipe del Paraíso, la Obra Suprema de Su Creación.
Y la blanca paloma de la Paz volvió a volar sobre la Tierra…
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(C)Ann Louise


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