Quiero huir
Quiero huir de tu lástima, y tropiezo con mis zarzas de miedo y con mi nido de alegrías dormidas, y desgarro. Has tendido tu sonrisa en piedad a mi costado, y te quedas a mirarme ceder, sombra inclinada como un tronco crujido de castigos. Tus dos brazos cruzados, y ya ajenos, y una boca de beso que se guarda. Nunca me vi pequeña como ahora, a los pies de tu altura compasiva. Nunca, como hoy, descalza y azotada, a un instante del nunca, irremediable. Ya no vibra mi carne en paraísos, ni en infiernos, ni en manzanas, serpientes, ni en exilios. Una lacia sensación de desgano que me arrastra, un insomne desorden de cabello, una pena tremenda de estar triste, y un deseo de morirme mañana, antes que partas, y dejarte sonreír de piedad sobre mi ausencia.
Matilde Alba Swann
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