Tu presencia marca todos mis momentos, Lo que hago, lo que pienso, siempre se dirige a tí. En mí tu presencia es real, aún viviendo de ilusión, que de tan intensa, es una realidad para mi corazón y dedido mi vida a ese amor casi ficción.
Te respiro, de tí me alimento, además de que eres mi motivo para luchar por vivir, para un día tenernos. No se todavía como conciliar mi vida y tener la solución Para, finalmente, acabar con esta soledad.
La distancia no es el gran problema, y sí la situación Fuerza para romper lazos tán fuertes, de toda espécie, para contigo recomenzar y podernos pertenecer. A veces me parece locura romper los lazos de una vida arreglada, equilibrada... normal...
Pero mis sueños no me permiten concebir vivir lo que me queda de vida sin tí. El conflicto en mí se instala Pero al final de insomnias, angustias... siempre te escojo a tí.
En las noches de soledad, eres mi compañía amante que me acaricia con dulces fantasías que por magia se hacen reales momentos de encanto.
En los cuales conciencia y subconciencia se confunden en un trance sub-realista, donde lo irreal está materializado y lo onírico es sensíble, tangíble. Donde todos mis sentidos son apenas para amarte.
Y así son mis días, más aún las noches, No se como imaginar mis pensamientos sin tí. Conduciendome literalmente a que mi amor se entregue a la posesión de su amor...
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