¿Sabes cómo quedamos fuertes? ¿Sabes cuando nos volvemos insuperables? No es cuando vencemos todos los desafíos. No es cuando rompemos todas las barreras y golpeamos todos los récords. Nos volvemos imbatibles cuando logramos afrontar los desafíos que son más grandes que nosotros. Nos hacemos ganadores cuando superamos el miedo a perder y vamos a las batallas diarias con mucha ganas de ganar. Somos mayores que todo, cuando nos permitimos perder, sin renunciar. Cuando somos derrotados, sin quejarnos. Cuando caemos y queremos levantar. Cuando lloramos y, aún así, nos mantenemos de pie y con la cabeza erguida. Nos volvemos mejores cuando seguimos. ¿Sabe aquella lágrima que cae cuando el premio no llega después de tanto esfuerzo? Ella es tan hermosa como la mayor medalla, tan hermosa como un trofeo de oro. Vencer las malas lenguas, vencer el dolor de cada caída, vencer a los gigantes, vencer la vergüenza de cada tropiezo es tarea para los fuertes. Vencer a nosotros mismos es tener alma de guerrero. Esta es la mayor de las competiciones, luchar contra todo lo que es contra usted y no desistir nunca. Esto garantiza la mayor de las victorias: La satisfacción y la realización personal. Saber que hizo lo mejor posible es realizar lo imposible. Se vuelve inmejorable. ¡Es convertirse en CAMPEÓN!- Cleonio Dorado -
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