YO PENSÉ QUE LO TENÍA TODO...
Yo pensé que lo tenía todo, hasta que la vida se encargó de darme lo que nunca pensé tener.
No importa cuánto dinero o posición social tengas, nada inyectará mayor adrenalina a tu vida que un gran sueño. Ninguna de nosotras debiera negarse o privarse de este gran privilegio que Dios otorgó a la humanidad en general.
Cuando pensé que la vida ya no había nada para mí, la propia vida me dio buenas sorpresas.