

Tendemos a ver el final de una relación (o un trabajo, una etapa de la vida) como negativa, como si fuera una pérdida. Especialmente cuando ese final no vino de ti. Especialmente cuando solo puedes recordar los puntos buenos de esa época. Especialmente cuando te culpas por algo que en el fondo no tiene nada que ver contigo. Pero, ¿alguna vez te has detenido a pensar que este fin es en realidad un comienzo? Este final que te angustia ahora será lo mejor que te podría pasar en la vida. Verá que la pérdida es una ganancia. Al final, debemos darnos cuenta de lo que aprendemos acerca de nosotros mismos en cada experiencia que trae la vida, y se necesita
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