De noche
Se va apagando la ciudad. El ruido
yace desharrapado en las aceras.
Agoniza la luz. Las cristaleras
bajaron ya sus párpados, y erguido
sobre el paisaje vertical dormido,
tiende sus negras alas agoreras
el titán de la noche, y plañideras
las ninfas de la tarde se han vestido.
Nuestra prerrogativa es el desnudo,
amantes prestos a engarzar el nudo
en ésta, la más apta de las horas.
Acércate, mujer. La única vida
late en este recinto, y nos convida
a secuencias de amor arrobadoras.
Francisco Alvarez Hidalgo
Webset Copyright @ 2020- Graciela O.B. - All Rights Reserved
|