Página principal  |  Contato  

Correio eletrónico:

Palavra-passe:

Registrar-se agora!

Esqueceu-se da palavra-passe?

MIO, TUYO Y NUESTRO
 
Novidades
  Entre agora
  Painel de mensagens 
  Galeria de imagens 
 Arquivos e documentos 
 Inquéritos e Testes 
  Lista de participantes
 Todos los paneles 
 BIENVENIDOS A MIO, TUYO Y NUESTRO 
 LEER ANTES DE ENTRAR 
 General 
 NUESTRO BANNER 
 EL CHAT 
 Comunidades amigas 
 Háblanos de ti 
 Nuestras fotos 
 Tutos para grupos 
 Tutos Administradores 
 Tutoriales varios 
 Música 
 Tutoriales Power Point 
 Tutos Psp de Aveplateada 
 Tutos de Rita Patri 
 Tutos de Layla 
 Navidad 
 Materiales 
 Fondos para usar 
 BUZONES 
 Dudas del Corel 
 Exclusivo para la comunidad 
 FIRMAS 
 Efectos de fotos y autofirmas 
 Rincón de Aveplateada 
 ◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙ 
 
 
  Ferramentas
 
General: Una historia real en New York
Escolher outro painel de mensagens
Assunto anterior  Assunto seguinte
Resposta  Mensagem 1 de 3 no assunto 
De: Candela-nueva  (Mensagem original) Enviado: 19/06/2011 15:50
 

 
En esta historia real la acción de un mal padre pero,
también, aparece un buen juez que nos dá lección para
reflexionar, me parece una linda historia para este día del padre. 
 
                                 
Una historia real
 
  
Esta historia se sitúa en el Nueva York de los años treinta, en uno de los días más fríos del año.  Por aquel entonces, el mundo  sufría las consecuencias de la Gran Depresión y en la ciudad los pobres se morían de hambre.

Aquel día el juez escuchaba desde el estrado una demanda interpuesta contra una señora acusada de robar un pedazo de pan.  Ella se defendía afirmando que su hija estaba enferma y que sus nietos se estaban muriendo en necesidad, porque su padre les había abandonado.  A pesar de las desesperadas súplicas de la acusada, el vendedor se resitía a retirar la demanda, insistiendo en que al juzgar a la anciana se está disuadiendo a futuras ladronas.

El juez lanzó un profundo suspiro.  A decir verdad, no quería condenar a la pobre mujer, pero se encontró con
que no tenía otra alternativa.

-Lo siento -le dijo-.  No puedo hacer ninguna excepción.  La ley es la ley.  La condeno a pagar una multa de diez dólares, en caso de no poder abonar dicha cantidad, deberá cumplir una pena de diez días de prisión.

La sentencia cayó como un jarro de agua fría sobre la señora, que rompió a llorar desconsoladamente.   Mientras
el juez terminaba de leer la sentencia, se llevó la mano al bolsillo y sacó un billete de diez dólares.  A continuación, se quitó el birrete y depositó en su interior el billete, para después dirigirse a los allí reunidos:

- Tambien voy a poner una multa de cincuenta céntimos a todas y cada una de las personas aquí presente por vivir en un lugar donde una mujer se ve obligada a robar un trozo de pan para salvar la vida de sus nietos.  Alguacil, si es tan amable, pase el birrete por la sala y recoja el dinero, después entrégueselo a la acusada.

Ese día la anciana volvió a casa con cuarenta y siete dólares y cincuenta céntimos.  Medio dólar lo había donado el avergonzado tendero.

Cuando el juez abandonó la sala, los delincuentes reunidos en los pasillo esperando a ser juzgados y los agentes de policía encargados de vigilarlos le dedicaron una sonora y larga ovación.

(hecho real contado por James N. Mc Cuttchoen, sucedido en un tribunal de Nueva York, en los años 30, siendo alcalde de ella Diorello Laguardia)

 


Primeira  Anterior  2 a 3 de 3  Seguinte   Última  
Resposta  Mensagem 2 de 3 no assunto 
De: soy-cuquita Enviado: 20/06/2011 22:41

Resposta  Mensagem 3 de 3 no assunto 
De: Any22 Enviado: 20/06/2011 22:48
MUY HERMOSO MENSAJE Y UNA LECCION PARA TODOS NOSOTROS QUE TAN POCO NOS PREOCUPAMOS DE LA NECESIDAD DE LOS DEMAS,
DE NUESTROS COMPATRIOTAS,VECINOS, COMPAÑEROS DE COLEGIO O DE TRABAJO,
Y NOS DECIMOS "CRISTIANOS"
 
GRACIAS POR COMPARTIR
                                              


 
©2025 - Gabitos - Todos os direitos reservados