Cierta vez un hombre le pidió a Dios que le diera una Flor y una Mariposa. Pero Dios le dio un cactus y una oruga, el hombre quedó triste , pues sin entender por que su pedido no había sido satisfecho. Luego pensó claro con tanta gente que atender y resolvió no cuestionar más .
Pasado un tiempo el hombre fue a ver aquello que algún día le enviaron para su sorpresa, del espino y feo cactus habia nacido la
la más bellas flor y la horrible oruga, se había transformado en una bellisima mariposa.
No siempre lo que deseas es lo que necesitas.
Dios sabe darnos lo que necesitamos, así como nunca falla la entrega de nuestros pedidos.
Sigue Adelante sin dudar, ni murmurar sólo recuerda: