Había una vez un joven que estaba sirviendo en las fuerzas armadas,mientras corría a toda prisa para alcanzar el tren sin darse cuenta chocó contra un puesto de fruta en la estación, derribando al suelo la mayor parte de las manzanas que habían estado apiladas.
El vendedor trató de levantar su fruta dispersa pero se le estaba haciendo difícil hacerlo. El soldado preocupado, dejó su equipaje y comenzó a recoger las manzanas. Limpió cada una con su pañuelo y la volvió a colocar en el estante. El vendedor quedó tan impresionado que le preguntó lleno de agradecimiento, "Soldado, ¿es usted Jesús?" Con una sonrisa, el soldado respondió, "No, pero estoy tratando de ser como Él".
Algunas veces, nos volvemos demasiado atareados como para preocuparnos por otras personas. Pero debemos recordar que Jesús nos insta a mostrar amabilidad y preocupacióón por las personas que nos rodéan. Él estableció el ejemplo para nosotros en Juan 13 siendo un siervo. Tenemos que tomarnos el tiempo necesario para ser de ayuda también.
¿Habrá alguien que nos pregunte, "Es usted Jesús?" ¿Y podríamos responder con total honestidad, "No, no soy Jesús, pero estoy tratando de ser como Él".
La amabilidad a la imagen de Cristo puede abrir la puerta para un testimonio que toque el corazón. __ VCG
Reflexión: Nada es más atractivo que ser como Jesús.
¡Dios te bendiga!