Todo empezó con un beso detonante del destino una noche de embeleso de un amor que es clandestino
Unos brazos suplicantes unos ojos que interrogan el temblar de dos amantes razones que los ahogan
Cada paso una experiencia en una extraña medida acallando la conciencia por la pasión compartida
Dos cuerpos en la aventura compartiendo soledades condimentos de ternura en un manjar de bondades
Degustando el uno al otro saboreando boca a boca con la libertad de un potro como el mar besa a la roca
Como la luz mañanera que ilumina mi aposento penetró por vez primera un furtivo sentimiento
Entre sueños mal soñados de unos brazos cariñosos palpitan nuestros costados como en nuestros años mozos.
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