Pasó el viento
Pasó el viento Una mañana tibia; Revolvió mis cabellos y rozó mis mejillas; Luego —con vaporosa gracia— Torció su giro hacia el Sur escondido Y, Sin volver atrás, Se quedó prisionero en los hielos del Polo, Se quedó como inmerso en el mar del olvido. Y al recordarlo ahora, Me pregunto Si se habrá congelado a la par del invierno O tomará mil formas al calor del verano. Otro viento Ha soplado con fuerza, Desde el Norte; Pero el viento primero —aquén una mañana tibia Revolvió mis cabellos y rozó mis mejillas, Para luego Volverme las espaldas cuando torció su giro— Ése Se quedó para siempre Entre los hielos fríos, Entre los duros hielos que nunca se derriten… En el mar del olvido.
CORINA BRUNI |