Así como las flores abren sus petalos al despuntar el alba y
recibir el rocio de cada amanecer, así también los seres humanos necesitamos
abrir nuestro corazón para recibir el amor de Dios y llenarnos de su fortaleza y
sabiduría para enfrentar el reto de cada día y luchar incansablemente hasta
conseguir que nuestros sueños se conviertan en una hermosa realidad, conscientes
de que nada es fácil ni regalado.
Quizás en este mismo momento estes
atravesando por una grave dificultad, y sientes que ya no puedes mas, no te des
por vencido ni aún vencido, clama a Dios y no pierdas nunca la fe ni la
esperanza, ten la seguridad que Él te responderá, y aunque la respuesta
no llegue con la rapidez que esperas, confìa en su poder infinito, porque aunque
sientas que la complejidad de tus problemas te han llevado hasta lo mas profundo
del mar, Dios te sacará de ahí y te dolverá la paz y tranquilidad que sólo Él te
puede ofrecer. Quien tiene a Dios en su vida, lo tiene
todo.
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