¡Vas a partir…! ¡Vas a partir un día…!, y no intento ser trágico o sombrío…, simplemente pretendo, amigo mío, sacudir tu indolencia y tu apatía.
¡Vas a partir…! De mármol o granito hay una tumba aún no levantada..., y al lado de esa fosa aún no cavada, ¡hay una lápida con tu nombre escrito…!
¡Vas a partir…! Y no importa la hora…, si faltan cinco años…, o cincuenta…. ¡que la Señora que lleva la cuenta, llega sin prisa…, pero sin demora…!
¡Vas a partir…! ¡¿Lo entiendes, compañero…?! ¡Sólo somos criaturas de un instante…! Y en tu lista de cosas importantes, ¡ojalá que el amor esté primero…!
¡Vas a partir…! ¡Pero ahora estás vivo!, y si acaso te sirve de consuelo, cuando te vayas por detrás del velo, ¡sólo ese amor podrás llevar contigo…!
¡Vas a partir…!, cargando únicamente el cariño que a tu paso fuiste dando…, esa ternura que has ido desgranando…, y tu candor en el trato con la gente…
¡Vas a partir…! ¡Por eso es que te pido que no te guardes ni una sola caricia…! ¡Que seas como una luz que beneficia al triste…, al solitario…, al deprimido…!
¡Y entonces tu partida será buena…, porque habrá sido buena tu venida…! Te darás un abrazo con la vida…, ¡¡¡y marcharás con las maletas llenas…!!!
Jorge Oyhanarte
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