ROMANCE DE LA FAMILIA
En el cielo hay un letrero, que en ardientes letras blancas
nos vierte fuego en las venas … ¡como un volcán de enseñanza!.
Y en las noches de bengala, su copla es un telegrama
que acaricia con sus versos las más ariscas entrañas.
Y retumba predicando, …¡como tormenta que pasa!:
¡La Familia es el santuario que Dios nos puso por casa!.
...Santuario de sus latidos, que nos enrama las almas
como un bosque de luceros coronando las montañas.
Y sabe el rey y el obrero, la pantera y la jirafa,
que al proteger los cachorros se horizonta la manada
y andando como una ola,…¡ la familia se agiganta!
como el viento de verano cuando abraza la esperanza.
Es la vid de una plegaria, que sangra luz en sus ramas
y cascadas de quebranto… ¡cuando un sarmiento le falta!.
La familia es la bandurria que rasga cuerdas de plata,
para exaltar las raíces, de su linaje y su estampa.
Y es el césped milenario, que nunca niega a su grama;
pues su roca y su cimiento, son el amor que derrama
su pedestal de recuerdos… ¡frente al Arco de la Alianza!:
¡La familia es el santuario que Dios nos puso por casa!.
La preservaron los viejos -¡los ancestros que descansan!-;
como un tesoro latente, ¡como simiente sagrada!,
y es por eso que ¡en voz alta! a los abuelos se alaba,
pues nos legaron su sangre, su apellido y su crianza.
Donde existe la familia brilla el sol de la confianza;
que se abochorna de orgullo porque el amor es su barca.
Cornucopia de armonías ¡resucitando mañanas!
que aún sus miembros más lejanos, de su apellido se jactan.
Los padres, hijos y nietos, son flores de temporada,
relevando en cada siglo a las fugaces camadas.
Mas la familia es la puerta, que nunca estando cerrada,
sobrevive por los siglos …¡como el mar junto a la playa!.
Y en los muros donde vive, al mirar por su ventana
verás jugar tiernos niños… ¡con los que están de pasada!;
con los brazos extendidos, reclamando como paga:
¡un poquito de cariño,… para su piel arrugada!.
Y la muerte la visita, pero va desconcertada;
cada vez que a alguien se lleva, …¡nacen dos de madrugada!.
Y es muy feliz la familia si tiene a Dios de Patriarca,
pues si Él cobija su cuna , no habrá que le falte nada.
Porque en las manos de Dios es como arcilla moldeada
¡La familia es el santuario,... que Dios nos puso por casa!.
Y hasta el arcángel más bello, … ¡contempla nuestra alborada!.
Escrito por:
¡OYE A TU PADRE, A AQUEL QUE TE ENGENDRÓ;
Y CUANDO TU MADRE ENVEJECIERE NO LA
MENOSPRECIES!.
PROVERBIOS 23.22