Canción de la mujer astuta
Cada rítmica luna que pasa soy llamada, por los números graves de Dios, a dar mi vida en otra vida: mezcla de tinta azul teñida; la misma extraña mezcla con que ha sido amasada.
Y a través de mi carne, miserable y cansada, filtra un cálido viento de tierra prometida, y bebe, dulce aroma, mi nariz dilatada a la selva exultante y a la rama nutrida.
Un engañoso canto de sirena me cantas, ¡naturaleza astuta! Me atraes y me encantas para cargarme luego de alguna humana fruta.
Engaño por engaño: mi belleza se esquiva al llamado solemne; de esta fiebre viva, algún amor estéril y de paso, disfruta.
ALFONSINA STORNI
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