El Salmo 46 dice: "Aquiétate y recuerda que YO SOY Dios". El
aquietar es físico, mental y del sentir. O sea que cuando te sientas angustiado,
quebrantado, molesto, tranquiliza tu cuerpo, tu mente y tus emociones. No
pienses en nada. Se dice que es muy difícil no pensar en nada, pero te voy a
descubrir un secreto.
Cuando amenaza una tempestad, lo primero que uno ve es un
tremendo relámpago. Ya tu sabes que tras ese rayo va a venir el trueno ¿Y qué es
lo que hace todo el mundo?, se queda inmóvil en actitud de espera hasta que
estalla el sonido. Precisamente esa actitud de espera es el acto de no pensar en
nada. Aprende a prolongar ese suspenso... y habrás aprendido a no pensar en
nada. Te habrás aquietado como lo dicta el Salmo. No sentirás ni pensarás en
nada, pero te ocurrirá algo insólito. Nos sucede a todos; y es que en ese
silencio, de pronto te darás cuenta de que estas oyendo fuertemente el latido de
tu corazón. ¡Como jamás lo has escuchado y sentido! ¡Por primera vez, y adrede,
le has dado a Dios la oportunidad
de hacerse oír por ti!. Porque ese latido que ahora estás
oyendo es Dios en ti. Es tu Vida ¿Supongo que ya tu conoces "El Latido
Universal"?
Es la comprobación de que estás vivo. La comprobación de que
Dios está en ti, vivo y moviéndose.
Por primera vez en el Planeta Tierra se hace conciencia de que
el corazón es el "TEMPLO NO HECHO CON LAS MANOS" que menciona la Biblia y
es el auténtico Templo de la Nueva Era. Dios es Vida y lo
estarás sintiendo y oyendo en SU Templo ¡en tu corazón