¿Eres mudo? ¿Se mueven tus labios y sólo emiten saliva? No. Puedes hablar. Ninguna otra de mis criaturas puede hacerlo y tus palabras pueden calmar al enojado, animar al abatido, estimular al cobarde, alegrar al triste, acompañar al solitario, premiar al valeroso, alentar al vencido, enseñar al ignorante y decir te amo. Anota otro don.
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