Cuando la Aurora llegue y comience un nuevo día, buscad un momento de paz para
escuchar a vuestra Alma.
Profundizad en vosotros mismos hasta donde ella
mora, y escuchadla, captad su vibración primera, la más bella melodía que
interpreta el Alma.
Allí en lo profundo de vosotros mismos
sólo existen Voluntad, Amor y Sabiduría. Allí sólo encontraréis lo bueno y lo
perfecto, y eso es lo que sois en vuestra esencia.
Tomad lo mejor de lo que allí palpita,
lo mejor de vosotros mismos, y volved para empezar con ello el nuevo día.
Entonces serán tres veces buenos los frutos que trae cada día, pues llevarán la
savia pura de vuestra mejor esencia.
Así, buscad en cada día de la esencia
buena, que atesora vuestro espíritu, allí en lo más profundo de vosotros mismos,
y sazonad con ella vuestros frutos, y vive este día como el mejor de tu
vida.
Concentra todas tus energías, en vivir
intensamente estas pocas horas que tienes por delante, desde que la Aurora te
despierta, hasta que el descanso reparador te llama.
Olvida el ayer y deja el mañana para su
momento, olvida tus errores pero recuerda la experiencia, y si has de recordar,
recuerda sólo cosas buenas que iluminen este día, porque es necio llevar a
cuestas hoy, la carga del ayer.
Vive plenamente este día, porque el hoy
es el más hermoso don que tienes, porque la vida es un Eterno Presente, y haz de
cada día tuyo oración a la Vida, al Amor, a la Alegría. Un Himno al TODO
CREADOR.