EL REPOSO PARA EL ALMA
“El reposo es para el alma exactamente lo mismo
que la comida para el cuerpo. La comida alimenta
el cuerpo y el reposo alimenta el alma…
El reposo es alimento, la meditación es alimento,
para el alma. Reposo significa silencio, descanso,
calma, tranquilidad, recogimiento, meditación.
Es un estado de mente desocupada, vacía,
silenciosa, sin pretender hacer nada, ir a
ninguna parte, sin prisas; es, simplemente,
estar aquí-ahora. Eso es el reposo.
Y estar aquí-ahora es lo más nutritivo que
pueda haber, porque entonces estás en
profunda armonía con la existencia, entonces
la música desciende sobre ti.
El pasado ya no existe, ha muerto; el futuro
todavía no existe, no ha nacido. Sólo existe
el presente. Sólo el presente está vivo.
Cuando estás aquí-ahora, la vida fluye en ti.
Cuando estás aquí-ahora, estás en tono con
la existencia. Y eso alimenta, ese es el
verdadero alimento…
El materialista sólo piensa en el cuerpo, el
espiritualista sólo piensa en el reposo, y
ambos se quedan cojos. El espiritualista
tiene un alma bien nutrida y un cuerpo
desnutrido; el templo está en ruinas. Y el
materialista tiene un maravilloso templo, un
templo de mármol, pero la deidad está muerta o
todavía no ha venido. Ambos adolecen de algo.
Necesitamos una música terrena y celestial,
del cuerpo y del alma; necesitamos una
armonía entre lo visible y lo invisible. La comida
es visible, el reposo es invisible. Y necesitas ambas
cosas, necesitas un equilibrio entre ambas cosas”.
Osho, Geometría de la conciencia.
Enseñanzas místicas de Pitágoras