MIRADOR....
Por Armando FUENTES AGUIRRE
A la salida de la escuela los niños del rancho me piden que los lleve en mi camioneta. Suben a la parte trasera, bulliciosos. Yo espero a que se sienten todos.
-Vámonos -me dice don Abundio-. Andando la carreta se acomodan las calabazas.
Quizá no en esta ocasión, pero en otras sí tiene vigencia el dicho del socarrón señor. Hay veces que no emprendemos una acción porque no todas las circunstancias están dispuestas según nuestros deseos. Así, esperamos a que nos sean favorables en vez de actuar para hacerlas servir a nuestro fin.
Le doy vueltas a la frase de don Abundio y me propongo aplicarla en lo posible. Cuando deba hacer algo voy a empezar a hacerlo aunque vea ante mí muchas dificultades. Al cabo ya lo sé: andando la carreta se acomodan las calabazas.
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