Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar corrigiéndote.
El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error.
Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntala con valor y acéptala, de una manera o de otra es el resultado de tus actos y prueba que tu siempre has de ganar.
No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño.
Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y ninguno es tan terrible para claudicar.
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado, así como la causa de tu futuro es tu presente.
Aprende de los audaces, de los fuertes, de quien no acepta situaciones, de quien vivirá a pesar de todo.
Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo y tus problemas sin eliminarlos morirán.
Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande que el más grande de los obstáculos.
Mírate en el espejo de ti mismo y serás libre y fuerte y dejaras de ser un títere de las circunstancias porque tu mismo eres tu destino. Levántate
D/A