Planea tu día, pero deja siempre un buen espacio para cualquier imprevisto, consciente de que no todo depende de ti.
Concéntrate en apenas una tarea a la vez. Por mas ágil que sean tus cuadros mentales, tu te cansas.
Olvídate de una vez por todas que tu eres indispensable en el trabajo, casa, o grupo habitual. Por mas que eso te desagrade, todo camina sin tu actuación, a no ser tu mismo
Deja de sentirte responsable por el placer de los otros. tu no eres la fuente de los deseos, ni el eterno maestro de ceremonia
Pide ayuda siempre que sea necesario, teniendo el buen sentido de pedírsela a las personas correctas.
Separa problemas reales de los imaginarios y elimínalos, porque son pérdida de tiempo y ocupan un espacio mental precioso para cosas más importantes.
Intenta descubrir el placer de cosas cotidianas como dormir, comer y pasear, sin creer que es lo máximo que puedes conseguir en la vida.
Evita envolverte en ansiedades y tensiones ajenas, en lo que se refiere a ansiedad y tensión. Espera un poco y después retorna al diálogo y a la acción.
Tu familia no eres tu, esta junto a ti, compone tu mundo pero no es tu propia identidad.
Comprende que principios y convicciones inflexibles pueden ser un gran peso que evite el movimiento y la búsqueda.
Es necesario tener siempre alguien a quien le puedas confiar y hablar abiertamente.
Ten presente la hora acertada de salir de una cena, levantarte del palco y dejar una reunión. Nunca pierdas el sentido de la importancia sutil de salir a la hora correcta.
No quieras saber si hablaron mal de ti, ni te atormentes con esa basura mental. Escucha lo que hablaron bien de ti, con reserva analítica, sin creértelo todo.
Competir en momentos de diversión, trabajo y vida entre pareja, es ideal para quien quiere quedar cansado o perder la mejor parte.
La rigidez es buena en las piedras no en los seres humanos.
Una hora de inmenso placer sustituye, con tranquilidad, tres horas de sueño perdido. El placer recompensa más que el sueño. Por eso, no pierdas una buena oportunidad de divertirte.
Ten presente siempre tus tres grandes e invalorables amigas: Intuición, Inocencia y fe.
Entiende de una vez por todas, definitivamente y en conclusión que tu eres lo que tu hagas de ti mismo
a/d