AMOR ASÍ José
Luis Hidalgo
Cuando dos
cuerpos se unen para amar, se quema más despacio la soledad de la
tierra. De corazón a corazón, de hueso a hueso, saltan pájaros
ardiendo como puñales piel del mundo o deseo donde la carne gime, un gran
río desnudo de inesperados crisantemos. Cuando dos cuerpos se aprietan
como bocas, se empujan como voraces cataratas al rumor de la
vida perdiendo un posible contacto con la muerte que espera, que sobre
el olvidado planeta a lo lejos refulge como un fantasma solitario y
oculto. Hombre o mujer, árboles vibrantes, hirvientes besos estrujados y
un ángel. Amarse es poseer la tierra sin sombras para
siempre.
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