Jesús celebra la Pascua
rodeado de los suyos.
Todos los momentos de esta Última Cena reflejan la Majestad de Jesús,
que sabe que morirá al día siguiente,
y su gran amor y ternura por los hombres.
Jesús encomendó la disposición de lo necesario a sus discípulos predilectos:
Pedro y Juan.
Los dos Apóstoles se esmeran en los preparativos.
Pusieron un especial empeño en que todo estuviera perfectamente dispuesto.
Jesús se vuelca en amor y ternura hacia sus discípulos.
Es una cena testamentaria;
es una cena afectuosa
e inmensamente triste,
al tiempo que misteriosamente reveladora de promesas divinas,
de visiones supremas.
Lo que Cristo hizo por los suyos
puede resumirse en estas breves palabras de San Juan:
los amó hasta el fin
Hoy meditamos en ese amor de Jesús
por cada uno de nosotros,
y en cómo estamos correspondiendo:
en el trato con Él.
FELIZ JUEVES SANTO