David y la metáfora del Pastor
El propio David era pastor. Pasó gran parte de su juventud cuidando unas pocas ovejas en el desierto" (1 samuel 17:28). el desierto es uno de los mejores lugares del mundo para aprender. Hay pocas distracciones y casi nada. en un lugar como ese nos inclinamos más a pensar en el significado de las cosas que en lo que esas cosas proporcionan.
Un día, mientras David cuidaba a sus ovejas, se le ocurrió que Dios era como un pastor. Pensó en el cuidado incesante que requieren las ovejas: su debilidad e incapacidad de defenderse a sí mismas. recordó lo tontamente que se desvían de caminos seguros y la necesidad constante que tienen de ser guiadas. Pensó en el tiempo y la paciencia que necesitaron para confiar en él antes de seguirlo. Recordó los momentos cuando las guió en medio del peligro y ellas se acurrucaban cerca de sus talones. Ponderó el hecho de que él tenía que pensar por sus ovejas, pelear por ellas, cuidarlas y buscarles pasto y aguas tranquilas. Recordó las magulladuras y los rasguños que había curado, y se maravilló de la frecuencia con que tenía que rescatarlas del daño que se habían hecho. No obstante, ni una sola de sus ovejas esa consciente de cuánto la cuidaban. Sí -dijo en tono meditativo- Dios se parece mucho a un buen Pastor.
Los antiguos pastores conocían a sus ovejas por nombre. Conocían sus costumbres, peculiaridades, marcas características, tendencias e idiosincracias.
En aquel entonces, los pastores no conducían a sus ovejas; las guiaban. Al llamado matutino del pastor, un sonido gutural distintivo, cada rebaño se levantaba y seguía a su amo a los terrenos de pasto. Incluso cuando dos pastores llamaban a sus rebaños al mismo tiempo y las ovejas se mezclaban, nunca seguían al pastor errado. Durante todo el día, las ovejas seguían a su propio pastor mientras él buscaba praderas cubiertas de hierba y estanques protegidos donde sus ovejas pudieran alimentarse y beber en paz..
En cierta época del año, se hacía necesario trasladar el rebaño más adentro en el desiertoa un terreno desolado donde los depredadores estaban al acecho. Pero las ovejas siempre estaban bien cuidadas. Los pastores llevaban una "vara" (un palo muy pesado) en el cinto y el cayado en las manos. El cayado tenía un gancho que se usaba para sacar a las ovejas de lugares peligrosos o impedir que se extraviaran. El palo era un arma para alejar a las bestias. David dijo: "cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada, salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca" (1 samuel 17:34-35).
~~Un buen pastor nunc adejaba sola a sus ovejas. Se hubieranb perdido sin él. Su presencia era la seguridad de ellas~~
Duante todo el día, los pastores permanecían cerca de sus ovejas, observándolas detenidamente y protegiéndolas del más mínimo daño. cuando una oveja se perdía, el pastor la buscaba hasta encontrarla. Luego se la ponía osbre el hombro y la llevaba de vuelta a casa. Al final del día, cada pastor conducía su rebaño a la seguridad del redil y dormía frente a la puerta para protegerlas.
Un buen pastor nunca dejaba solas a sus ovejas. Se hubieran perdido sin él. Su presencia era la setguridad de ellas.
Es un pastor bueno commo éste en quien pensaba David cuando compuso el salmo 23.
David Roper
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Jesús es el buen Pastor, alguien que fue más allá de lo que David relaciona en su salmo: Dio Su vida por Sus ovejas
Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. Juan 10:11
En su amor y mi amor,
Fondo ~Perla~ ©2008 MinisterioMujeresenVictoria
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