Hay una necesidad dual, básica y fundamental, propia y característica de la naturaleza
humana: la necesidad de amar y de sentirse amado. Nadie en la tierra, por más que lo
intente, por más que se esfuerce, podrá en manera alguna suplir tal necesidad.
Solamente Dios, el Alto y Sublime, el Magnífico en santidad y quien es AMOR, tiene tal potestad.
Fuimos creados a su imagen y semejanza, con el propósito de que, como criaturas
amadas suyas, mantengamos con El esa relación de amistad y unidad necesarias
para que podamos disfrutar del amor que El nos ofrece; la única fuente de amor
que realmente satisface permanentemente.
En el mundo hay muchos amores, de los cuales, se dice que, el de la madre es el más
parecido al de Dios. ¿Por qué? Valga la relación y la comparación, tomando en cuenta
que, aún entre éstas no todas cualifican. Pero, las que sí podrían considerarse,
vemos entre ellas un denominador común: la falta de egoísmo. El amor real se goza
más en dar que en recibir, está dispuesto al sacrificio, y esto, sin esperar algo a cambio.
Con todo y eso está muy lejos de igualarse al de Dios. ¿Sabes por qué? Porque una buena
madre lo daría todo, absolutamente todo por su hijo, pero, jamás estaría dispuesta a
ofrecer a su hijo mismo y mucho menos por un enemigo, ¿verdad?
"Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno
osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros en que siendo
aún pecadores,Cristo murió por nosotros" (Ro. 5:7)
"De TAL manera nos amó Dios, que dió a su único Hijo, para que todo aquel que en
El cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." (Juan 3:16)
¿Puedes visualizar o tienes siquiera una idea de TAL grado de amor? ¿Eres capaz de
comprender cuál es su anchura, su longitud, su profundidad y su altura? Es este
el amor que excede todo conocimiento. ¡Es incomparable el amor de Dios!
Nadie jamás lo podrá igualar.
Recibe hoy ese amor para que puedas amar y sentirte amado(a). ¿Sabes? ese amor
tiene nombre; se llama JESÚS, quien te dice: "Con amor eterno te he amado; por tanto,
te prolongué mi misericordia." (Jer.31:3)
¿Quieres conocer el verdadero amor?
Dale tu corazón a JESUS.