En la Biblia encontramos ejemplos de personas que oraron con autoridad espiritual. Elías desafió valientemente a los profetas del falso dios Baal, porque sabía que el Señor escucharía y respondería.
El rey Josafat se enteró de que un gran ejército venía contra Israel, por lo que buscó a Dios por dirección y fuerzas, y exhortó a la nación a hacer lo mismo. Estos ejemplos pueden enseñarnos lecciones importantes acerca cómo orar con poder.
La dependencia de Dios. Las peticiones de ambos hombres mostraban su gran confianza en el Señor. Por saber que la victoria sobre los enemigos de Israel estaba más allá de sus propias capacidades, le pidieron al Señor que interviniera.
Centrarse en Su plan. El profeta hizo las cosas a la manera de Dios con tremendas probabilidades en su contra, y con un gran riesgo personal (1 R. 19: 1,2). Y el rey llamó a la nación a ayunar, mientras él buscaba conocer la estrategia del Señor.
Una motivación pura. Ambos líderes tenían intenciones centradas en Dios, con el propósito de apoyar los planes del Señor. No estaban tratando de ganar nada para sí mismos.
Confianza en la fidelidad del Señor. Ninguno de los hombres dudó en pedir públicamente la ayuda divina. Elías dijo el plan a los 450 profetas enemigos, y Josafat exhortó a todo Israel a unirse a él en oración.
Si sus oraciones parecen estar teniendo poco impacto, pregúntese: ¿He estado confiando en mis fuerzas para resolver las cosas? ¿Hay una razón egoísta en mi petición? ¿Me falta confianza en Dios (Stg. 1:5-7)? Si es así, vuélvase a Dios, confiese su pecado y trate de seguir el ejemplo del profeta y el rey
Dr. Charles F. Stanley
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría pídala a Dios, el cual da a todos abundamente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejantte a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. el hombre de doble ánimo es inconstante entodos sus caminos Santiago 1:5-8
Santiagonos asegura que Dios da sin hacernos recordar queno somos dignos.
La sabiduría, que puede recibirse pidiéndola con fe a Dios (v.6) no es conocimiento intelectual o especulación filosófica, sino comprensión espiritual del propósito de la prueba. cuando Dios concede un don lo hace abundantemente y sin reproche, esto es, generosamente, no con disgusto, desgano o reservas. Dios es bueno!
En Su amor y mi amor,
Perla