Un Espíritu de Servicio Mateo 20:26-28
Todos hemos visto una superficie pavimentada, con una pisada o un nombre grabado en ella. A diferencia de las pisadas en una playa, que son borradas por las olas, la impresión en el pavimento dura por tiempo indefinido. Debemos hacernos esta pregunta: cuando abandonemos este mundo, ¿se asemejará nuestra vida a las pisadas en la arena o en el cemento?
Es fácil volverse una isla y proteger nuestras "playas": entradas económicas, metas y planes. O, podemos imitar al Rey David y dejar una impresión duradera gracias a nuestro servicio. Después de que Dios les ordenó a los israelitas que conquistaran a sus enemigos, fue David quien obedeció, construyendo un imperio. Y lo hizo sacrificando su deseo de levantar personalmente el templo de Dios.
Para servir a nuestra generación, debemos negarnos a ser esclavos de ella. Evitar las modas y las filosofias no bíblicas, pero no podemos huir de nuestra cultura. Más bien, debemos estar alertas a las necesidades y cómo atenderlas por medio del Espíritu. El mayor servicio es a veces un acto ordinario, como orientar a un muchacho sin padre, o visitar a un amigo enfermo. No importa como sirvamos, estamos preparando mejores condiciones para los que nos seguirán.
Dios equipa a cada uno de nosotros para servirlo a Él. El Señor obra a través de nosotros para servir a los demás. Por eso, si Dios nos pide que hagamos algo, no tenemos que rechazar Su petición por incómoda o inconveniente. Más bien, miremos alrededor de nosotros a nuestra generación perdida y veamos dónde quiere Dios que utilicemos nuestro espíritu de servicio.
Dr. Charles F. Stanely
26 Mas entre vosotros no será así,A)">(A) sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor,
27 y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo;B)">(B)
28 como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. Mateo 20:26-28
Jesús es un ejemplo por excelencia del servicio que el Padre desea de sus hijos, Él no escatimo nada para darnos un servicio eterno. Su vida. El pecado exige una expiación, un precio que hay que pagar a causa de la pena de muerte que pesa sobre nostros, Jesús nos regaló un "rescate universal" (para muchos) de naturaleza vicaria. define el precio que se pagó para cancelar nuestra deuda. Sírvamosle con amor y pasión ,todos los días de nuestra vida, sin importar las circunstancias que estemos atravezando, si tenemos un corazón dispuesto a servilo el resto lo hace Él, acomoda nuestra tiempo y nos facilita los medios para cumplir con el servicio.
Dios te bendiga,
Perla
|