Querida mujer:
Tu puedes tener cualquier cosa en el universo que tu corazón desee! Pídeme y te daré" ¿Cómo respondería si Dios llegara y le hiciera esta increible proposición? Dios se le apareció al rey Salomón en un sueño, como se regista en 1 Reyes 3:5-9, y Salomón se enfrentó con la elección de su vida.
La proposición presentada a Salomón estaba basada en una confianza de dos vías: tenía que confiar en Salomón para darle opción, y Salomón tenía que confiarf en Dios losuficiente para creer que recibiría lo que pidió.
Salomón sabía que la bendición de Dios estaba en su vida debido a la misericordia que Él había mostrado con el rey David su padre. La rica herencia de Salomón le garantizaba muchos privilegios. Muchas de ustedes no podrán reclamar este tipo de herencia, pero en el momento que aceptan a Jesucristo como su Salvador, usted recibe una nueva herencia. Usted vive en la casa del Rey y se le da todo lo que allí se ofrece! No importa de dónde viene usted, esta nueva herencia comienza en Jesucristo.
Salomón no pidió más tierras, riquezas o influencias. Si él hubiera sido autocomplaciente y codicioso, hubiera pedido el mundo y lo hubiera recibido!
Pero en vez de eso, reconoció ante Dios su inexperiencia al decirle que él era solo un joven (1 R 3:7). Por lo tanto, Salomón le pidió a Dios que le diera un corazón entendido (1 R 3:7). Él sabía que para cumplir con el propósito de Dios en su vida, necesitaba un corazón que oyera la voz de Dios y un entendimiento de sus caminos.
Mi amiga, a medida que crece en el Señor también puede pedirle a Dios un corazón entendido, para que lo pueda conocer y cumplir sus propósitos en su vida. Solo entonces puede ayudar a otros ha hacer lo mismo. Salomón no pidió para sí mismo, tenía a otros en mente. De igual forma. Dios siempre la unge con otros en mente. Debe conocer a Dios y entonces hacer que otros lo conozcan.
Salomón pidió un corazón entendido para que pudiera saber la diferencia entre lo bueno y lo malo, lo corrrecto y lo incorrecto ( 1 R 3:9). Aunque Salomón aparentemente tenía todo, todavía reconocía su necesidad de dependencia total de Dios.
La respuesta de Salomón agradó a Dios y Dios le dió la sabiduría que pidió Dios es siempre fiel a Su Palabra. Pero Salomón no continuó haciendo decisiones sabias. Él no fue un buen mayordomo de lo que Dios le dio.
En un tiempo cuando los límites entre lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto, han sido claramente traspadados, usted también tiene que tener dependencia total de Dios para que le muestre la diferencia. Si no, usted no hará elecciones sabías cuando se trate de su vida personal, su familia y los que usted dirige.
Amada amiga, lo que importa no es cómo comenzamos la carrera, sino cómo la terminamos.
Admitamos humildemente nuestra necesidad diaria de Dios para que Él nos ayude a hacer decisiones sabias al determinar la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto, y así cumplir su propósito divino en nuestras vidas. Solo entonces podemos alcanzar a otros con efectividad y ayudarlos a hacer lo mismo.
Nancy Kinkle
Fondo ~Perla~ ©2008
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