RECIBE LOS DONES Y BENDICIONES DE DIOS
- LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO PUEDEN AHORA COMENZAR A OPERAR EN TU VIDA.
“Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría, a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu, a otro, fe por el mismo Espíritu, y a otro dones de sanidad por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros, a otro profecía, a otro discernimiento de espíritus, a otro, diversos géneros de lenguas, y a otro, interpretación de lenguas.” (I Corintios 12: 7-10)
HABLAR EN LENGUAS: es hablar en una lengua espiritual de oración a Dios o es un mensaje de Dios.
INTEPRETACIÓN DE LENGUAS: el hablar de la interpretación (no traducción) de una oración o mensaje dado en lenguas.
PROFECÍA: el hablar un mensaje de Dios por la inspiración del Espíritu Santo. Edificará, exhortará o consolará.
PALABRA DE CIENCIA: el saber sobrenatural de hechos revelados al cristiano a través de pensamientos, imágenes mentales, palabras visualizadas o conocimiento interior.
PALABRA DE SABIDURÍA: la aplicación divina del conocimiento sobrenatural. Da al cristiano sabiduría para hablar, decidir y actuar.
DISCERNIMIENTO DE ESPÍRITU: el conocimiento sobrenatural del reino de los espíritus, para saber qué clase de espíritu (de Dios, del hombre o de Satanás) motiva cierta manifestación.
FE QUE OBRA MARAVILLAS: el creer confiadamente, sin duda ni razonamiento humano que lo que se pide en el nombre de Jesús se concederá AHORA.
PODER DE SANIDAD: La sanidad sobrenatural de enfermedades y dolencias sin la ayuda de medios naturales o habilidad humana.
EL HACER MILAGROS: el poder sobrenatural de Dios que interviene en el curso ordinario de la naturaleza.
Hemos recibido al DADOR de toda buena dádiva y don perfecto y por lo tanto los dones del Espíritu Santo operan a través de la vida de todo creyente que tiene voluntad. Algunos dones operan en conjunto con otros dones y todos operan para el beneficio del Cuerpo de Cristo. Todos los dones deben utilizarse en AMOR como se expresa en I de Corintios 13.
- HAS SIDO COLOCADO EN EL CUERPO DE CRISTO, ÉL TE REVELARÁ LOS MINISTERIOS QUE TIENE PARA TI.
“Y él mismo constituyó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del Cuerpo de Cristo. (Efesios 4: 11-12).
Dios llamará a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo al servicio cristiano. A aquellos que Él llamare, los equipará par realizar la tarea. Dios también llama a todo creyente a ministrar en el nombre de Jesús. A medida que una persona tiene fraternidad con otros cristianos, pasa tiempo leyendo la Biblia y crece en su relación con Jesús, las oportunidades para ministrar le llegarán y los dones del Espíritu Santo operarán de acuerdo con la necesidad de la persona a quien Él está ministrando.
“Que cada uno sirva a os otros según la capacidad que Dios le ha dado, como buenos administradores de las variadas bendiciones de Dios.” (I Pedro 4:10, Dios llega al Hombre)
“Y aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros.” (Efesios 3:20)
- A MEDIDA QUE ANDES EN EL ESPÍRITU, MANIFESTARÁS EL FRUTO DEL ESPÍRITU.
“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza.” (Gálatas 5: 22-23)
AMOR: Dar libremente sin pedir nada en recompensa.
GOZO: Felicidad auténtica que permanece en el corazón a pesar de cualquier circunstancia.
PAZ: ese estado de bienestar y tranquilidad interior que trasciende todo entendimiento.
PACIENCIA: mantener la tranquilidad aún bajo mal trato o circunstancias presionantes.
BENIGNIDAD: una actitud de mansedumbre que satura toda la naturaleza de uno.
BONDAD: la calidad de valor moral que guía los pensamientos y acciones de una persona.
FE: fidelidad producida dentro de una persona por el Espíritu Santo.
MANSEDUBRE: una auténtica humildad y docilidad al tratar con otros.
TEMPLANZA: la habilidad de someter todos los deseos y acciones al control del Espíritu Santo.
Este fruto del espíritu se producirá por el Espíritu Santo conforme el creyente habite en Jesucristo. No es cosa de autocontrol sino de permitir a Jesucristo hacer su obra en y a través del cristiano por ese poder del Espíritu Santo.
“Si vivimos por el Espíritu, andamos también por el Espíritu.” (Gálatas 5:25)