Los Serafines
Isaías, considerado por muchos el más distinguido de todos los profetas, indudablemente, Dios habló poderosamente a través de este hombre, Y lo que es más,Dios dio a Isaías ojos para ver lo invisible.
En el año que murió el rey Uzías, vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime; y el borde de sus vestiduras llenaba el templo. Por encima de él había serafines. Cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con dos volaban. El uno proclamaba al otro diciendo: Santo, santo, santo es Jehová de los Ejércitos! Toda la tierra está llena de su gloria! (Isaías 6:1-3).
Isaías ve y registrta algo que no aparece en ninguna otra parte de la Biblia: los serafines, una comunidad adoradora de criaturas angelicales que rodean al Señor. Los serafines, que solo se mencionan aquí en Isaías 6.2 y 6.6, son seres celestiales semejantes a un fuego ardiente en su persona. Lo digo porque la palabra hebrea Saraph significa "arder", y es la misma palabra que utiliza para describir a las serpientes ardientes que mordieron a lo shijos de Israel en el desierto en los días de Moisés (Véase Nm 21:4-9). De modo que son ángeles que flotando en el aire, quizás brillando como el fuego, o que están llenos de fuego que se convierten como fuego en su adoración. Ellos rodean el trono de Dios ministrando para Él en adoración continua.
A Isaías se le permite, en esta maravillosa escena, descorrer la cortina del cielo y tener apenas un destello de la creación angélica y de sus actividades. Estas son actividades que prosiguen incesantemente en lo más altos cielos, que nunca vemos, en adoración y alabanza de un Dios santo.
Isaías no solo pudo ver todo esto, sino que también pudo escuchar las voces antifonales en las cuales ellos estaban adorando, proclamando el uno al otro, y de un lado a otro: "Santo, Santo, Santo!" Algunos han interpretado que esto se refiere a la Trinidad: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Pero yo pienso, más bien, que es una referencia a la santidad infinita de Dios. cuando en un texto hebreo se repiten las palabras, tienen el propósito de dar énfasis, y rara vez las palabras se repiten tres veces. Aquí, esta expresión comunica una exaltación infinita: "Increíble santidad se debe a tu nombre." Una y otra vez, estos misteriosos serafines proclamaban el uno al otro estas alabanzas.
En términos terrenales, teniendo a los israelitas quemando incienso en los lugares altos, y adorando como sus vecinos paganos, la tierra no estaba caracterizada por la gloria evidente. Pero desde la perspectiva d elos serafines que se encontraban en la sala del trono de Dios, la tierra está llena de la gloria de Dios. Esto es algo que no debemos olvidar. Nuestros periódicos jamás reportarán la adoración de los ángeles. Nada dicen de la gloria de Dios. Solo cuentan lo que está ocurriendo en el plano horizontal y, como sabemos, se concentran especialmente en las malas noticias. Pero la tierra estará algún día llena de la gloria de Dios, y de eso no debemos tener ninguna duda. Nuestro ambiente actual desparecerá finalmente, y será reemplazado por lo que evidencia la gloria de Dios. Pero, por un instante, Isaías es atrapado por una eescena que las demás personas no pudieron ver.
Charles R. Swindoll
Conociendo el Ejército de Jehová,
Dios les bendiga hoy y siempre,
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