Un estudio provechoso sobre el éxito debe comenzar con una definición
correcta del mismo. El mundo usa palabras como riqueza, fama y posición
para referirse a la buena vida. Pero, a pesar de que éstas son señales de éxito,
el verdadero triunfo significa llegar a ser la persona que Dios quiere
que usted sea, y lograr las metas que Él layude a fijarse.
Dios escribió el Libro sobre la vida triunfante. Ha entretejido sus preceptos,
presentados en el libro de Proverbios. El Señor es tan perfecto
que nadie ha inventado jamás un sistema mejor.
Muchas personas han tratado de vender la receta para el éxito.
Pero si usted lee sus libros, notará que muchos de esos autores usaron
preceptos de la Biblia, a menudo sin saberlo.
Aunque una persona lea todos los libros que existan, los resultados no
están garantizados. En realidad, la única manera segura de vivir
victoriosamente es a la manera de Dios.
El Señor le enfatizó a Josué la importancia de permanecer dentro
de su voluntad. Mientras que el nuevo líder de Israel se guiara
por los preceptos de la Biblia, tendría éxito, lo cual era la intención de Dios.
Podemos leer muchos libros sobre cómo vivir bien, comer
saludablemente, salir de deudas, ascender en la empresa,
criar hijos responsables, etc. O podemos ser guiados por el Libro
que ofrece los principios para el éxito en todas esas áreas.
Algunas personas dan la impresión de estar haciendo bien las cosas
por sí mismas, pero por dentro se halla un alma agitada.
En cambio, Dios no sólo prepara a los creyentes para el éxito;
también los tiene a salvo en su mano. Si somos obedientes a Él,
aunque fallemos a los ojos del mundo, siempre tendremos
gozo, paz y contentamiento.
Dr. charles F. Stanley
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Me esforzare y seré valiente porque Tú me mostrarás
la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud
de gozo; Delicias a tu diestra para siempre.
13 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta,
y espacioso el camino que lleva a la perdición,
y muchos son los que entran por ella;
14 porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la
vida, y pocos son losque la hallan.
Hay una gran diferencia entre una conducta correcta
basada solamnte en la ley y las obras de justicia que
proceden del corazón de unanueva vida nacida en Cristo.
Dios te bendiga,