Digerir la Palabra
Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos. Jeremías 15:16
Cuando uno se encuentre frente a las páginas de la Biblia, es muy fácil leer superficialmente un determinado pasaje sin considerar el significado. Sin embargo, el profeta Jeremías, que amaba profundamente la Palabra de Dios, convirtió la lectura minuciosas en su máxima prioridad. Cuando observamos un pasaje, deberíamos detenernos y famililiarizarnos con el texto; es decir, digerirlo. A medida que "masticamos" una porción, comenzamos a saborear los maravillosos condimentos espirituales que contiene.
Jeremías sintió una ráfaga de "gozo y [...] alegría" al introducir la Palabra de Dios en su corazón. el término que usó el profeta al hablar del "corazón" se refiere al "hombre interior, el pensamiento, la reflexión a nivel del asiento de los deseos". La Palabra de Dios alimentará tus pensamientos y tus emociones y te dará gozo.
Rogamos a Dios que el año venidero, puedas dedicar diariamente, un tiempo para digerir una porción de la Palabra de Dios, que Él nos ha dado para nutrirnos.
Mejor me es la ley de tu boca que millatres de poro y plata Salmo 119:72
Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; y dulces más que miel, y que la que destila del panal. Salmo 19:10
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