Sigue Orando
Lectura: Lucas 11:5-13
Porque todo el pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, sele abrirá. Lucas 11:10
Orábamos. en silencio a veces. En voz alta otras. Oramos por más de 17 años. Oramos por salud y dirección a favor de nuestra hija Melissa, por su salvación, y a menudo por su protección. Así como orábamos por nuestros demás hijos, le pedíamos a Dios que pusiera Su mano protectora sobre ella.
A medida que Melissa entraba en sus años de adolescencia, orábamos aún más para que Él la guardará de todo mal - que mantuviera Sus ojos sobre ella cuando ella y sus amigos comenzaron a conducir. Orábamos, Dios, por favor, protege a Melissa"
¿Y qué paso? ¿Acaso Dios no entendió cuánto les dolería a tantas personas perder a una joven tan bella con tanto potencial para saervirle a Él y a los demás? ¿Acaso Dios no vio al otro automóvil que avanzaba esa cálida noche de primavera? Oramos, pero
Melissa murió. ¿Y ahorfa qué? ¿Dejamos de orar? ¿Ya no insistimos más con Dios? ¿Tratampos de lograrlo por nuestra cuenta?.
Definitivamente NO! la oración es aún más vital para nosotros ahora. Dios -nuestro inexplicable sobverano Señor- sigue teniendo el control. Sus mandamientos de orar siguen en pie. Su deseo de saber de nosotros sigue vivo. La fe no es exigir lo que queremos; es confiar en la bondad de Dios a pesar de las tragedias de la vida.
Sufrimos, Oramos. Seguimos orando.
J. David Branon
Puede que Dios nos niegue nuestra petición pero nunca decepcionará nuestra confianza. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y el que llama, se le abrirá la puerta. ¿Qué Padre de vosotros, si su hijo le piden pan, le dará una piedra? ¿O si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos,¿Cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? Jesús recomienda la oración al recordanos la naturaleza misma de Dios. Si padres humanos con imperfecciones enfrentan las necesidades reales de sus hijos, en lugar de engañarlos dándoles regalos preligrosos, cuánto más podemos esperar de nuestro Padre celestial, quien nos bendice con la mejor de las dádivas, el Espíritu Santo. Nuestras necesidades fundamentales son de índole espiritual, y una buena relación con Dios, a través del Espíritu Santo, es la base de la certidumbre de que el Señor proveerá tanto en lo espiritual como en lo material. Dios sea propicio a ti hoy y siempre,
Fondo ~Perla~ ©2006 Ministerio Vasijas de Honra
|