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~~Rinconcito Gianella~~: Yo soy un católico, ¿por qué debo considerar el convertirme en cristiano?
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: GIANNELLA777  (Mensaje original) Enviado: 22/04/2010 22:14

 

Imagen19_1x1.jpg picture by giannella45

 

Yo soy un católico, ¿por qué debo considerar

el convertirme en cristiano?


Respuesta: Primero, por favor comprende que no intentamos ofenderte

en la redacción de esta pregunta. Verdaderamente recibimos

 preguntas de católicos, tales como; “¿Cuál es la diferencia

 entre católicos y cristianos?”

En conversaciones cara a cara con católicos, literalmente hemos escuchado,

“Yo no soy cristiano, soy católico” Para muchos católicos,

el término “cristiano” y “protestante” son sinónimos. Con todo lo expuesto,

el intento de este artículo es que los católicos estudien lo que dice la Biblia

acerca de ser un cristiano, y quizá consideren que la fe católica no es la mejor

 representación de lo que describe la Biblia. Como un antecedente,

favor de leer nuestro artículo de “¿Qué es un cristiano?”

La diferencia clave entre católicos y cristianos es la visión que se tiene

de la Biblia. Los católicos ven la autoridad de la Biblia al mismo nivel de

la autoridad de la Iglesia y la tradición. Los cristianos ven la Biblia como la

suprema autoridad para la fe y la práctica. La pregunta es, ¿cómo se

presenta la Biblia a sí misma? 2 Timoteo 3:16-17 nos dice,

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir,

para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,

 enteramente preparado para toda buena obra.” La Escritura, por sí misma,

es suficiente para que el cristiano sea enteramente preparado 

para toda buena obra.

Este texto nos dice que la Escritura no es “solo el principio”, o “solo las bases”,

o el “cimiento para una más completa tradición eclesiástica.” Por el contrario,

la Escritura es perfecta y totalmente suficiente para todo en la vida cristiana.

La Escritura puede enseñarnos, reprendernos, corregirnos, entrenarnos,

y equiparnos. Los cristianos bíblicos no niegan el valor de las tradiciones

de la iglesia. Más bien, los cristianos sostienen que para que una tradición

de la iglesia sea válida, debe estar basada en una clara enseñanza

de la Escritura, así como estar en concordancia con la misma.

Amigo católico, estudia la Palabra de Dios por ti mismo.

En la Palabra de Dios encontrarás la descripción y la intención

de Dios para Su iglesia.

 2 Timoteo 2:15 dice, “Procura con diligencia presentarte a Dios

 aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien

la palabra de verdad.”

Una segunda diferencia clave entre católicos y “cristianos bíblicos”

es el entendimiento de la manera en que podemos aproximarnos a Dios.

Los católicos tienden a aproximarse a Dios a través de intermediarios,

tales como María o los santos. Los cristianos se aproximan a Dios

directamente, ofreciendo oraciones a nadie más que a Dios mismo.

La Biblia proclama que nosotros podemos aproximarnos al trono

de Gracia de Dios confiadamente (Hebreos 4:16). La Biblia es perfectamente

 clara en que Dios desea que le oremos a Él, que tengamos comunicación

con Él, que le pidamos a Él las cosas que necesitamos

(Filipenses 4:6; Mateo 7:7-8; 1 Juan 5:14-15). No hay necesidad de

mediadores o intermediarios, porque Cristo es nuestro único y solo mediador

 (1 Timoteo 2:5), y tanto Cristo como el Espíritu Santo, están ya intercediendo

 a nuestro favor (Romanos 8:26-27; Hebreos 7:25). Amigo católico,

Dios te ama íntimamente y ha provisto una puerta abierta para una

comunicación directa a través de Jesucristo.

La diferencia más crucial entre católicos y “cristianos bíblicos”

 está en el tema de la salvación. Los católicos ven la salvación casi

enteramente como un proceso, mientras que los cristianos ven la salvación

 de dos formas; como un estado y un proceso. Los católicos se ven a sí

 mismos como “siendo salvados”, mientras que los cristianos se ven

a sí mismos como “habiendo sido salvados”. 1 Corintios 1:2 nos dice, “...

a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos...” Las palabras

 “santificados” y “santos” vienen de la misma raíz griega. Este verso

 establece ambas cosas, que los cristianos son santificados y llamados

a ser santos. La Biblia presenta la salvación como un regalo que es recibido

 al momento en que una persona pone su fe en Jesucristo como su Salvador

(Juan 3:16) Cuando una persona recibe a Cristo como Salvador, él / ella

es justificada, (declarada justa – (Romanos 5:9), redimida (rescatada de la

esclavitud del pecado – 1 Pedro 1:18), reconciliada, (logrando la paz con Dios

– Romanos 5:1), santificada (puesta aparte para los propósitos de Dios –

1 Corintios 6:11), y renacida como una nueva creación (1 Pedro 1:23;

2 Corintios 5:17). Cada una de estas características son hechos consumados

 que son recibidos al momento de la salvación. Los cristianos son entonces

 llamados a vivir y practicar (llamados a ser santos), lo que ya es una

realidad, posicionalmente (santificados).

El punto de vista católico es que la salvación se recibe por fe, pero

entonces ésta debe ser “mantenida” por buenas obras y participación

en los Sacramentos. Los cristianos bíblicos no niegan la importancia

 de las buenas obras o que Cristo nos llama a observar las ordenanzas

en memoria de Él y en obediencia a Él. La diferencia es que el punto

de vista cristiano es que estas cosas son el resultado de la salvación,

 y no un requerimiento para la salvación, o un medio para mantener

 la salvación. La salvación es una obra completa, comprada por

 el sacrificio expiatorio de Jesucristo (1 Juan 2:2). Como resultado,

todos nuestros pecados son perdonados y se nos promete la vida

eterna en el cielo, al momento en que recibimos el regalo que

Dios nos ofrece – la salvación a través de Jesucristo (Juan 3:16).

Amigo católico, ¿deseas esta “salvación tan grande” (Hebreos 2:6)?

Si es así, todo lo que debes hacer es recibirla (Juan 1:12),

a través de la fe (Romanos 5:1). Dios nos ama y nos ofrece la

salvación como un regalo (Juan 3:16). Si recibimos Su gracia,

 por fe, tenemos la salvación como nuestra eterna posesión (Efesios 2:8-9).

 Una vez salvados, nada podrá separarnos de Su amor (Romanos 8:38-39).

Nada puede arrebatarnos de Su mano (Juan 10:28-29).

 Si deseas esta salvación,

si deseas obtener el perdón de todos tus pecados, si deseas tener la seguridad

de tu salvación, si deseas tener acceso directo al Dios que te ama –

recíbela y es tuya. Esta es la salvación por la que Jesús murió para

concedérnosla y la que Dios ofrece como un regalo.

Si has recibido a Jesucristo como tu Salvador por fe, a causa de lo

que has leído aquí hoy, por favor háznoslo saber dando un clic

en el botón de abajo donde dice “Yo he aceptado hoy a Jesucristo”.

¡Bienvenido a la familia de Dios! ¡Bienvenido amigo católico, a la vida cristiana!
 

 GIANNELLA

Imagen19_3x1.jpg picture by giannella45

 

 



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