Cada vez que intento
acercarme a Dios, todo
me sale mal
En el universo no sólo
existe el bien;
También existe el mal.
El bien es mayor que el
mal;
Dios es más poderoso que
el maligno.
Dios es el creador; el
maligno es sólo una
criatura.
No obstante, el mal
tiene cierta libertad
para actuar todavía.
¿Sabe? Usted es una
persona valiosa.
Sobre usted hay fija más
de una mirada.
El maligno tiene en sus
garras
a todo aquel que vive
lejos de Dios.
Usted no se da cuenta,
Pero está cautivo a
voluntad de él.
Cuando uno se acerca a
Dios,
El maligno intenta
oponerse:
Muestras sus fauces;
usa triquiñuelas
amedrentadoras,
despliega su vieja
astucia,
lo enreda en sus propias
circunstancias,
intenta disuadirle de
buscar a Dios.
Pero es un engañador
derrotado.
Sus artimañas son
descubiertas fácilmente.
El no puede tocar a los
que se acogen a Jesús.
Si usted le teme, le
respeta, retrocede,
usted caerá en su juego
sucio.
¡Usted estará perdido!
Usted debe saber que él
no tiene poder
sobre el hombre,
a menos que el hombre se
lo permita.
Si usted se acerca a
Dios,
si pone su confianza en
Jesucristo,
entonces usted no debe
temer.
Usted debe resistir,
debe oponerse,
¡debe rechazarlo!
Dios es más grande,
es más fuerte que el que
está en el mundo.
Dios lo defenderá a
usted.
Nadie puede arrebatar a
mis ovejas de
la mano de mi Padre –
dijo el Señor.
La victoria es suya si
busca a Dios de corazón.
Jesús derrotó al diablo
de una vez
y para siempre.
Cuando usted cree en
Jesús,
el Padre lo toma en su
mano,
y nadie lo moverá de
ahí.
El enemigo retrocederá y
le dejará libre.
Dios permite que el
diablo nos asuste a
veces,
Para que nos cobijemos
junto a nuestro Padre,
Y entonces comprobamos
cuán fuerte es Él.
El diablo es poderoso,
pero nuestro Dios es
todopoderoso.
Su trono está firme, y
lo estará por siempre.
Y nosotros – si usted
cree en el Señor Jesús–
estamos del lado de
Dios.
Pastor Caballero
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