Queda claro que Jesús no vino para ayudar a los ángeles,
sino a todos los descendientes de Abraham. Y para poder
ayudarlos
tenía que hacerse igual a ellos. Por eso,
por hacerse igual a todos nosotros, pudo ser un Jefe
de Sacerdotes en quien se puede confiar, lleno de amor
para
servir a Dios. Además, por medio de su muerte
logró que Dios nos perdonara nuestros pecados.
Y sobre el firmamento que estaba por encima de sus
cabezas
había algo semejante a un trono, de aspecto
como de piedra de zafiro; y en lo que se asemejaba a
un trono, sobre él, en lo más alto, había una figura
con apariencia de hombre.
…el
Hijo del Hombre que está en el cielo.
Mirad mis
manos y mis pies, que soy yo mismo;
palpadme y
ved, porque un espíritu no tiene carne
ni huesos como
veis que yo tengo.
Se despojó a sí mismo tomando forma de siervo,
haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en
forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios
también
le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que
es
sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús
SE DOBLE TODA RODILLA de los que están en el cielo, y en la
tierra,
y debajo de la tierra.
Así que levántate y esfuérzate por mejorar las cosas que aún
haces bien, pero que estás a punto de no seguir haciendo,
pues he visto que no obedeces a mi Dios.