Andar por la fe
Colosenses 2.5- 7
Los cristianos, por lo general, asociamos a la fe con nuestra experiencia de salvación.
Al creer en Cristo, iniciamos una relación con él que requiere de toda una vida de
peregrinación con el Señor.
Dado que la palabra andar se usa para referirse a la conducta y el proceder,
podemos erróneamente concluir que después de la salvación la vida cristiana es
puro desempeño. Pero los versículos de hoy dicen claramente que andemos con
Cristo de la misma manera que lo recibimos: por fe. Esto significa que pondremos
nuestra confianza en él en cada circunstancia de la vida. Para ayudarnos a entender
esto, Pablo usa algunas frases que describen cómo crece la confianza en Dios:
"Arraigados" —En el momento que somos salvos, somos "plantados"
en Cristo. Nuestras raíces crecen profundamente cuando nos anclamos en el Señor y
obtenemos de él nuestro alimento espiritual.
"Sobreedificados en él" —La vida del creyente está construida sobre
el fundamento del Salvador por medio de la obediencia. Dios quiere que escojamos
materiales de construcción valiosos que perduren hasta la eternidad (1 Co 3.10-15).
"Confirmados en la fe" —Con el tiempo, cuando empezamos a entender más
acerca del Señor y cómo él actúa, nuestra confianza en él crece, y nos mantenemos
firmes aun en medio de los vientos de la adversidad.
En nuestra sociedad orientada hacia los objetivos, es fácil olvidar que el andar
en Cristo es un proceso en el cual seremos transformados poco a poco a lo largo
del camino. Si confiamos en el Señor, nuestros corazones rebosarán de gratitud por
todas sus bendiciones, y por la estabilidad que él ofrece en cada circunstancia.
Charles F. Stanley
En Su amor y mi amor,