¿Preparados para un Avivamiento?
Cuando Dios inspiró los escritos de la Biblia por medio de su Espíritu Santo sabía que estos serían acogidos con gran beneplácito por muchos y con gran malestar por otros tantos. Tan es así que al enviar a su Hijo, que es el Verbo, la Palabra… unos lo recibieron, otros lo rechazaron; a tal grado lo rechazaron que se confabularon para llevarlo a la cruz. Y es que, siendo Él la luz, no podía evitar que lo que había oculto saliera a relucir. Los que se consideraban aludidos por sus palabras no podían resistir lo que escuchaban y salían huyendo de aquel resplandor que les mortificaba. Pues triste decirlo, pero la humanidad no cambia, sigue siendo la misma…
Y como Dios tampoco cambia, sino que sigue siendo el mismo, pues continúa inspirando mientras haya quien se preste a ser canal en los diferentes medios para bendición de los que en humildad se dispongan a recibir. Una cosa sé, y es que Dios, desde el principio hasta el fin, sigue y seguirá manifestando su misercicordia a todo aquel que reconozca que su necesidad, sólo Él la puede suplir.
Me maravilla ver que, en medio de tanta turbulencia en todas las áreas y en todo lugar, todavía haya quien se niega a elevar su mirada al cielo y entender que sólo Dios puede hacer la diferencia en las vidas para bien. Se predica a Jesucristo por los cuatro costados de cada nación, de norte a sur y de este a oeste; diferentes medios han sido invadidos con el Evangelio de la verdad… ¡Y son tantos los que todavía se resisten! Muchos estamos anhelando un gran avivamiento, pero, ésto no se da así porque sí… Son las crisis bien severas las que sensibilizan el espíritu y hacen que cada cual reconozca que un cambio en sus vidas es inminente, no un cambio de circunstancias, sino cambio de corazón. Ese es el principio del avivamiento…
Hay muchos confundidos, por no decir, aterrorizados ante la furia de la naturaleza en diferentes lugares del planeta… terremotos, tsunamis, nevadas, tornados, inundaciones, volcanes, etc. Ante la ola de abusos y crímenes a niveles nunca antes vistos… Ante la decadencia moral por la falta de valores y principios en una sociedad que está espiritualmente enferma. Ante tal cuadro de situación, ¿Estaremos viviendo el momento ideal para que se desate un avivamiento?
Después del terremoto devastador ocurrido en Haití en el mes de enero, gran cantidad de haitianos han estado experimentando un renacer espiritual. El Espíritu Santo se ha estado moviendo en aquellos, que en medio de la angustia, escasez, enfermedad y sufrimiento se han refugiado en el Único que les puede levantar, Jesús, el Hijo del Dios Viviente.
Nos ayude al Señor a creer y confiar en Él antes de que seamos empujados por circunstancias mayores.
"Jesús es la porción de mi herencia y de mi copa; Tú sustentas mi suerte. Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos y es hermosa la heredad que me ha tocado.
Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo… Delicias a tu diestra para siempre." Salmo 16:5-6,11
Por: Zaida C. de Ramón
Fondo by Taty © 2010
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