El plan de prosperidad incluye el diezmo
Negarse a diezmar es robar a Dios y robarnos a nosotros mismos, renunciando a sus bendiciones.
Lectura: Malaquias 3:8-10
8 ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.
9 Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.
10 Traed todos los diezmos al alfolíA)">(A) y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
Mucha gente está incapacitada por su propia pobreza y ésta es a menudo causada por su desobediencia a la Palabra. De muchas maneras se manifiesta esta desobediencia; una de ellas es robarle a Dios! Este pasaje claramente nos dice que aquellos que retienen sus diezmos y ofrendas le están robando a Dios. En consecuencia, también se privan a sí mismos de las bendiciones que Dios desea otorgarles.
Cuando uno cesa de diezmar está violando la Ley, y si uno viola la Ley, entonces ésta no puede obrar a nuestro favor.
Nada hará que un creyente sabio deje de ofrendar y diezmar, pero ella o él jamás diezmarán u ofrendarán con el objetivo de obtener algo. Más bien, la acción de dar procede de la obediencia y Dios siempre recompensa la obediencia.
Fred Price
6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.
7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. 2 Corintios 9:6-7
Prepara de antemano tu diezmo y tus ofrendas se generoso, y dadlo con un corazón alegre, porque nuestro Dios es grande y con Él no carecemos de nada, aprende a desmaterializarte y a ser un dador alegre. Dios te bendiga,
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