La Ley de la Reciprocidad Divina
Das a Dios y Dios te da, la prosperidad comienza con una inversión
Lucas 6.38 Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.
Hay una ley universalo de reciprocidad divina. Tú das, Dios te da a tí. Cuando siembras una semilla, el terreno rinde una cosecha. Eso es una relación recíproca. El terreno te da a ti, si tú le das al terreno. Depositas dinero en el banco y el banco te paga los intereses. Eso se llama reciprocidad.
Sin embargo, hay mucha gente que quiere recibir sin dar nada, especiamente cuando se trata de las cosas de Dios. Ellos saben que la reciprocidad es fundamental en el sistema de mundo. Y, no obstante, siempre esperan que Dios les envíe algo cuando ellos no han invertido en el reino de Dios.
Si no estás invirtiendo tu tiempo, tu talento, tu dedicación y tu dinero. ¿Por qué esperas recibir algo? ¿Cómo puedes obtener aguna cosa cuando no has sembrado ninguna semilla? ¿Cómo puedes esperar que Dios honre tus deseos cuando no has honrado su mandamiento de ofrendar? La prosperidad empieza por la inversión.
Fred Price
Dios premia la dádiva generosa a aquellos en necesidad con una liberalidad sin límites. Da tus diezmos y tus ofrendas con corazón alegre porque Dios no ve la cantidad, sino tu corazón al llevar tu diezmo y tu ofrenda. Él ama al dador alegre. Pero esto digo: El que siembra escasamente tambié segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.. Cada uno dé como propuso en su corazón; no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. 2 Co 9.7 Se sabio siembra buenas semillas y tu cosecha será grande!!!
Que tengas un feliz día
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