Quisiera expresar ahora mi posición. Empezaré por la Creación. Cuando Dios formó a la mujer, le dijo a Adán: «Hueso de tus huesos es ahora Eva, y llegarán a ser uno nuevamente». Eso significa que desde el principio en Adán estaba el gen de mujer, él era ambos, era completo, pero al ver que toda criatura del campo tenía una compañera y él no, le pidió a Dios que le diera una. El Creador le concedió su deseo, la sacó del mismo Adán y les prometió que volverían a hacerse uno.

Si el plan de Dios hubiera sido crear únicamente hombres, dentro de Adán habría existido un solo gen, el masculino, Dios habría formado de él a otro hombre. ¿Por qué su diseño fue distinto? Porque es la única forma mediante la cual los seres humanos podemos reproducirnos. ¿Cómo sería un mundo de homosexuales? Sería un mundo que se exterminaría con rapidez, sencillamente, no podría existir. Sin reproducción, no habría continuidad. La misma naturaleza lo demuestra. Todos los animales tienen sus hembras, y es difícil ver que un león busca a otro león para aparejarse. Todo lo contrario, más bien se matan por defender a su compañera, el león y la leona son monógamos. Hasta en las cosas más comunes se ve reflejada la relación macho-hembra: un tornillo necesita una tuerca para cumplir su función. ¿Qué haríamos con dos tornillos para poner un agarrador en una gaveta? Una conexión usb tiene la entrada hembra que la recibe; todos los aparatos de sonido tienen entrada y salida, macho y hembra. Por donde miremos, siempre existe el macho y la hembra, aun en las flores.

Hay leyes que no podemos quebrar, podemos torcerlas, pero no quebrarlas. Aunque torcerlas siempre nos trae consecuencias nefastas, y los resultados nefastos conducen a la maldad. Entonces, me pregunto: ¿por qué bombardear a los niños de corta edad con algo tan apartado de la realidad?, ¿cuál es el propósito de ensuciarles la mente tan temprano?

He oído decir:, «Esas personas ya nacen así, ¿qué podemos hacer?» Y ésta es la justificación para dejarlas actuar libremente, sin rechazo. Sin embargo, si esto fuera tan normal como quieren hacernos creer, ¿por qué esconderse?, ¿por qué manifestar pidiendo libertad sexual? Yo no necesito hacer manifestaciones para ser mujer y desempeñar mi papel de mujer. Lo soy y actúo de acuerdo con lo que es un derecho mío. Nací mujer y mi conducta, por lo tanto, es femenina. Los que luchan para que los demás acepten algo que va en contra de lo verdadero, de la creación, están diciendo con claridad: «Esto no es correcto, pero deseamos convertirlo en correcto para que nos acepten». La justificación de que han nacido deficientes no es valedera. Considero que tenemos la obligación de no rechazar a nadie como individuo, pero eso no significa que amemos y aceptemos su pecado. Son dos cosas diferentes. Sucede igual con los hijos, a quienes amamos entrañablemente, pero no amamos sus malos hábitos y debemos corregirlos. ¿Cómo se corrigen? Hablándoles, enseñándoles que la manera en que se comportan está fuera de un límite aceptable. Cada niño debe aprender a ver su pecado para cambiarlo. No hay que rechazarlos por lo feo que puedan hacer, pero sí hay que rechazar sus acciones.

Lo mismo ocurre con los homosexuales, los bisexuales, etcétera. Ellos deben comprender que aunque la sociedad deba respetarlos y amarlos como personas, no tiene por qué compartir el pecado de ellos y aceptárselo.

Desde mi punto de vista, sí creo que pueden presentar algunas tendencias ya desde el nacimiento, pero lo más determinante es cómo fueron criados. Aunque no niego que el adn imponga ciertos rasgos hereditarios, la que los va definiendo por sobre cualquier otro aspecto es la enseñanza, y en este sentido, voy a ponerme como ejemplo.

Cuando era niña, mi abuelito siempre me decía: «Recuerda que vienes de una familia de alcohólicos por parte paterna y esto es como una herencia mortal. Nunca pruebes el alcohol». Esas palabras me quedaron grabadas a fuego. Si probaba y me gustaba, ¿cómo lo controlaría? Ya fuera por este temor o porque no me llamaba la atención beber, la realidad es que jamás probé el alcohol. En cambio, ¿qué sucedió con un primo que se crió en una familia más bohemia? El medio ambiente donde él creció era más liberal que el mío. Empezó a probar el licor a temprana edad y se volvió alcohólico. A él sí se le despertó ese condicionamiento latente en sus genes, y es probable que esto nunca hubiera sucedido si no se hubiera expuesto a esa situación. Éste es el punto que me interesa remarcar. Como padres, podemos distinguir si alguno de nuestros hijos trae una tendencia así. En ese caso, nuestra dedicación debe ser mayor, debemos supervisar con más cuidado sus amistades, sus juegos... Y constantemente tenemos que platicarle sobre lo que significa ser homosexual, hacerle reflexionar en cómo será, en realidad, una vida así.

No permitamos que los colegios les enseñen cualquier cosa a nuestros hijos. Somos los padres de familia quienes tenemos la obligación de educarlos, y ése es un derecho nuestro. Legítimamente ningún gobierno puede ni debe tomarse atribuciones que no le competen. Que el gobierno haga lo suyo, que cuide a la ciudadanía de toda la violencia que nos azota. Ésa es su verdadera función, en lugar de meterse con la educación sexual de los niños.

Desde el punto de vista bíblico, el ascenso de la homosexualidad constituye una señal de que la sociedad se encuentra en las últimas etapas de su decadencia.

Levantemos la voz, no callemos. Sólo los miedosos y los conformistas callan. Son nuestros hijos, nadie puede arrebatarnos nuestros derechos de padres. No permitamos que nuestra sociedad muera sin que hagamos nosotros algo para evitarlo.

Maly de Bianchi