¡ESTÁS PROTEGIDO!
“…Y no dejará entrar al
heridor en vuestras casas para herir”.
(Éxodo 12:23)
Si existe
algo que Dios ha hecho desde el principio es proteger a sus hijos. Cuando el
pueblo de Israel estuvo esclavizado en Egipto, Dios lo cuido y nunca permitió
que ese pueblo fuese abolido. Cuando las 10 plagas cayeron sobre el pueblo de
Egipto por su maldad y la dureza del Faraón, Dios envío a sus ángeles para que
al pueblo de Israel no le pasara nada.
Estar protegido no quiere decir
que el quebranto, la prueba, los problemas o la aflicción no vendrán sobre tu
vida. Sin embargo estarás a salvo, en un lugar seguro, mientras la tormenta
azota y pasa.
Cuando permitimos que Dios se adueñe de nosotros, podemos
depositar nuestra confianza y tener la certeza de que él nos mantendrá a salvo.
El enemigo podrá tratar de intimidarnos, podrá rugir y querer devorarnos, pero
la oveja que está en las manos de Dios, nada ni nadie la podrá
arrebatar.
¡Cuán feliz me hace sentir el saber que estoy en la palma de
la mano! Que me tiene escondida en el hueco de su corazón. Que me ama tanto que
no permitirá que el enemigo me destruya. Que me puedo acostar, dormir, descansar
y despertar porque Jehová me sustenta.
Y esas promesas querido amigo, son
para sus hijos. El guardará nuestra salida y nuestra entrada. Con sus plumas nos
cubrirá como la gallina a sus polluelos. Él no permitirá que llevemos más cargas
de las que podamos.
¡Estamos a salvos y seguros en las manos de nuestro
Dios! Brendaliz Avilés
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