El principio que veremos hoy es elemental, pero tan poderoso que determinará
si tendremos una vida de victoria.

Es posible que usted esté familiarizado con el libro La pequeña locomotora que
sí pudo, en el que un pequeño motor no deja de repetir las palabras: "Creo que puedo"
. Con su sola fuerza de voluntad, arrastra a todo un tren sobre una montaña. Es una
preciosa historia infantil, pero la verdad de la vida cristiana es muy diferente. En el
mundo real, nuestros esfuerzos y nuestra determinación a menudo no alcanzan la meta.
Una vida agradable a Dios solo se logra andando en y por medio del poder del Espíritu Santo.

En el Antiguo Testamento, el Espíritu de Dios venía solo temporalmente a los creyentes
para hacer un trabajo específico. Pero después que Cristo ascendió al cielo envió al
Espíritu Santo para morar de manera permanente en nosotros. Piense en lo que esto
significa: si usted ha creído en Cristo, él vive en usted, y está listo para darle dirección,
consuelo y poder.

Obedecer a Cristo es muy difícil para cualquiera que confíe en sus propias fuerzas. Y
discernir qué hacer en cada situación es demasiado complicado para una mente carnal.
Pero, por alguna razón, los seres humanos tratamos de vivir dependiendo de nuestras
fuerzas y razonamiento. La derrota y el fracaso son inevitables sin el poder de Dios en
nuestras vidas.

¿Reconoce usted su necesidad del Señor? Comience cada día confesando su dependencia
de él. Pida ser llenado con su Espíritu para que todo lo que piense, haga y diga rebose de él.
Luego, tenga la confianza de que el Señor actuará de manera poderosa por medio de usted.
Y observe lo que el Dios todopoderoso puede hacer.

Charles F. Stanley

Amado Padre celestial, en el nombre de Tu Hijo Jesucristo
reconocemos que sin Ti no somos nada y nada podemos hacer;
reconocemos la necesidad de estar llenos de la presencia de Tu Santo Espíritu
para permanecer en las sendas de santidad, y dar un fruto agradable a Ti,
adorarte y alabarte en espíritu y verdad, siendo agradables a ti por nuestros
pensamientos, palabras y obras.  Espíritu Santo te necesitamos, danos
discernimiento, entendimiento de la Palabra de Dios, para ser hacedores de
la Palabra y no tan solamente oidores, engañándonos a nosotros mismos.
porque obedecer tu Palabra hace avanzar Tu obra; es por eso que debemos
escuchar y hacer.

Dios te bendiga,

Ministerio Mujeres en Victoria Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en larestauración de la mujer en todas las áreas